Muchos recordamos la promesa-slogan de la Unidad Popular "Universidad para todos", pero pocos han notado que esta se cumplió. Efectivamente hoy disponemos de 220 mil cupos universitarios para 155 mil postulantes.
Lamentablemente no todos disponen de los recursos económicos para acceder a la educación superior, lo cual constituye un contrasentido en un país en que el crédito a bajas tasas de interés hoy es más abundante que quizás nunca en nuestra historia, y sin embargo el crédito universitario es absolutamente insuficiente. Me imagino que se debe a la bajísima tasa de recuperación de los mismos, por lo que el desafío es lograr dar certeza de recuperación a los prestamistas interesados. Adicionalmente existe un gran consenso nacional de lo indispensable que es la educación para enfrentar el siglo XXI, y llegar a ser un país desarrollado.
Prácticamente todos los futuros profesionales, cuando ingresen al mundo laboral cotizarán en una AFP, y, en la medida que sean mejores, mayores serán sus ingresos, por lo que con estos fondos perfectamente podrán servir el crédito recibido. La tarea es diseñar el mecanismo para que estos futuros fondos sirvan como garantía en caso que el deudor evite el cumplimiento de sus obligaciones, como ocurre actualmente.
La filosofía del ahorro forzoso en una AFP está basada en que las personas durante su juventud casi no piensan que, llegada cierta edad dejarán de ser productivos, no ahorrando en forma voluntaria, por lo cual deben ser forzadas a ello, a fin de evitar que constituyan una carga para su familia, o para el estado. Con esta misma filosofía, se estaría dando oportunidades a todos para incrementar sus futuros ingresos, y por ende una mejor jubilación de acorde al país desarrollado que pretendemos convertirnos.
Sin duda esta propuesta debe tener sus bemoles, y no creo que su implementación sea tan sencilla como escribir este artículo, pero, Chile tiene muchos y buenos economistas e "ingenieros" comerciales que podrían utilizar el ingenio para desarrollar esta propuesta, que, de poder materializarse revolucionaría la educación superior, y potenciaría más que ningún otro proyecto el futuro desarrollo de nuestro país.
Nuestros legisladores y autoridades de educación, que constantemente hacen discursos acerca de lo prioritario que es mejorar la educación en Chile, podrían darnos una muestra de su consecuencia, tratando de sacar esta idea adelante.
No sé si mi buen amigo José Piñera imaginó que su creación ( las AFP), pudieran llegar a producir muchos más beneficios al país, que los considerados inicialmente.
Se lo preguntaré
No comments:
Post a Comment