No es fácil opinar sobre las convulsiones económicas que estamos viviendo en estos días en todo el mundo; en este tema lo único cierto es la enorme incertidumbre que expresan todos los expertos frente al devenir económico universal. Las bolsas un día suben con euforia, y al otro bajan con depresión, sin encontrar explicaciones racionales a tal volatilidad.
Un chiste clásico de economía cuenta de un árabe y un judío vecinos: el árabe tenía un caballo por el cual un día el judío le ofrece cien dólares, lo cual es aceptado por el árabe; en la noche este se llena de dudas por las razones que tuvo el judío para esta oferta, , por lo que decide recomprarle el caballo al día siguiente en 150 dólares. El problema lo tuvo el judío al día siguiente buscando la explicación por la cual el árabe le recompró el caballo, por lo que decide recomprarle el caballo en 200 dólares. La duda y la inseguridad instan al árabe en recomprar el caballo en 250 dólares, y así sucesivamente todos los días se traspasaban el caballo por 50 dólares de utilidad.
El precio ya iba por 2.100 dólares , cuando el árabe paseando por el pueblo se encuentra con un inglés, quien admirando el caballo decide ofrecerle 2.500 dólares por el animal. Ante la alternativa de venderlo al judío al día siguiente en 2.150 dólares, prefiere la oferta del inglés.
Al otro día cuando el judío llega a buscar el caballo con los 2.150 dólares respectivos, se extraña porque el equino no estaba en el establo, lo cual es explicado por el árabe simplemente: tú me ofreces 2.150 dólares por el animal que el inglés me pagó 2.500. ¿Cómo no iba a aceptar la mejor oferta ? Irritado el judío le responde: eres un árabe estúpido. ¿Cómo pudiste terminar con este negocio que nos entregaba todos los días 50 dólares de ganancia?
Aunque a Ud. le parezca tonta la conducta del árabe y el judío, lo cierto es que las personas perdemos la racionalidad, y la codicia normalmente nos lleva a adoptar conductas irracionales, que finalmente conducen a asumir grandes pérdidas.
El dinero se inventó para facilitar el intercambio de bienes, pues el trueque era muy ineficiente, pero este pedazo de papel no serviría para nada si no depositáramos en él la confianza de que puede satisfacer necesidades, y buscando la eficiencia se inventaron además acciones, depósitos a plazo, bonos, etc. ,etc. , en los cuales se confía, sacrificando consumo presente por consumo en el futuro, pues instintivamente el ser humano teme, y busca cómo protegerse del temor a la incertidumbre o al peligro del mañana.
La seguridad total no existe, sólo podemos optar por mayor o menor inseguridad, y en esta búsqueda está el mundo en estos días.
Sunday, January 27, 2008
Globalización irreversible
Marshall Mc Luhan, teórico de las comunicaciones, canadiense, fue quien por los años 60 elaboró el concepto de la "aldea global", prediciendo que con la incorporación de satélites a las comunicaciones, las noticias tendrían el carácter de global, lo cual nos permitiría saber en minutos lo que sucedería en todo el mundo, y la mezcla de culturas nos iría homogeneizando paulatinamente.
Al observar los foros de los candidatos estadounidenses, y escuchar sus discursos, recordé con admiración la certeza de las predicciones de Mc Luhan.
El eslogan de los demócratas es "El cambio", al igual que en Chile hace unos años. (Al menos en eso le ganamos a Estados Unidos).
Los problemas de salud son un gran tema. Es inaceptable para los candidatos que casi un 30 % de la población no pueda pagar el seguro de salud. En nuestro caso es la Isapre.
La dependencia energética también preocupa. Es el talón de Aquiles de la seguridad y el crecimiento de EE. UU. En Chile discutimos si construiremos centrales hidroeléctricas de Aysén.
La educación ya no es de la calidad mundial que lo fue, y se ofrece su mejoramiento.
La seguridad está en el discurso permanente. La diferencia es que allá está referida a la guerra en Irak, y en nuestro caso a la delincuencia y violencia mapuche.
La inmigración de trabajadores es debatida ampliamente. En Chile cada día aumentan las opiniones en pro o en contra de esta política.
Se ofrece paquetes de ayuda para deudores habitacionales, a fin de que millones de viviendas no salgan a remate. En Chile son frecuentes las protestas en esta materia y con el alza de la UF, posiblemente durante este año se incrementen.
Los ricos aumentan su riqueza, y los pobres su pobreza.
Como siempre, los demócratas ofrecen subir impuestos, y los republicanos mantenerlos.
Aún falta tiempo para pronosticar quién ganará finalmente la elección, aunque es casi un hecho que serán los demócratas los favorecidos, no sólo por los errores de Bush, sino además por que la alternancia en el poder es parte de la cultura política estadounidense.
Se puede observar que los problemas sociales son casi universales, por lo que las soluciones no deben ser tan fáciles de encontrar, comprobándose el principio económico de necesidades múltiples y recursos escasos.
Al observar los foros de los candidatos estadounidenses, y escuchar sus discursos, recordé con admiración la certeza de las predicciones de Mc Luhan.
El eslogan de los demócratas es "El cambio", al igual que en Chile hace unos años. (Al menos en eso le ganamos a Estados Unidos).
Los problemas de salud son un gran tema. Es inaceptable para los candidatos que casi un 30 % de la población no pueda pagar el seguro de salud. En nuestro caso es la Isapre.
La dependencia energética también preocupa. Es el talón de Aquiles de la seguridad y el crecimiento de EE. UU. En Chile discutimos si construiremos centrales hidroeléctricas de Aysén.
La educación ya no es de la calidad mundial que lo fue, y se ofrece su mejoramiento.
La seguridad está en el discurso permanente. La diferencia es que allá está referida a la guerra en Irak, y en nuestro caso a la delincuencia y violencia mapuche.
La inmigración de trabajadores es debatida ampliamente. En Chile cada día aumentan las opiniones en pro o en contra de esta política.
Se ofrece paquetes de ayuda para deudores habitacionales, a fin de que millones de viviendas no salgan a remate. En Chile son frecuentes las protestas en esta materia y con el alza de la UF, posiblemente durante este año se incrementen.
Los ricos aumentan su riqueza, y los pobres su pobreza.
Como siempre, los demócratas ofrecen subir impuestos, y los republicanos mantenerlos.
Aún falta tiempo para pronosticar quién ganará finalmente la elección, aunque es casi un hecho que serán los demócratas los favorecidos, no sólo por los errores de Bush, sino además por que la alternancia en el poder es parte de la cultura política estadounidense.
Se puede observar que los problemas sociales son casi universales, por lo que las soluciones no deben ser tan fáciles de encontrar, comprobándose el principio económico de necesidades múltiples y recursos escasos.
Y Colón tenía razón
Un amigo lector de esta columna, me inquirió las razones por las que no había escrito acerca de las rutas bioceánicas, tema muy actual. La razón es muy simple, lo hice hace más de un año, pero al parecer esta columna no deja huellas, por lo que reiteraré mi opinión.
Tras la firma del acuerdo entre Bachelet, Lula y Evo para completar la pavimentación de la ruta Arica-Santos, diarios de Santiago dieron amplia cobertura al tema, mostrando mapas que indicaban las distancias entre ambos puertos; lamentablemente, omitían dos "pequeños" accidentes geográficos, la cordillera de Los Andes y la hidrovía formada por los ríos Paraguay y Paraná, lo cual distorsiona absolutamente cualquier análisis de la situación.
Las razones que no me incitan a sumarme a la euforia de algunos, son las siguientes:
1.- El puerto de Santos está más cerca de Hong Kong que Arica, y de Singapur o Madrás (India), lo está más aún, producto del descubrimiento de Colón de que el mundo es redondo.
2.- Al Mato Grosso o Rondonia le conviene más Santos, pues tiene ferrocarril cuyo costo es 1/3 del camión en grandes distancias, además no hay que subir y bajar la carga 5.000 metros por la cordillera, ni asumir riesgos de tomas de caminos. Al puerto de Santos arriban naves mayores por su calado, y tienen mayor frecuencia de servicios.
2.- El tramo de la ruta que falta pavimentar es Santa Cruz-Puerto Suárez, en la frontera con Brasil, por lo que a los soyeros se les reducirá el costo de transporte a este puerto fluvial, o a Santos; recordemos que la ruta Santa Cruz-Arica está toda asfaltada.
3.- El costo del flete marítimo es 1/7 del camión, por lo que el flete desde un puerto fluvial boliviano a Rosario o Buenos Aires será muy inferior al terrestre hasta Arica. Para que esta situación cambie, debería reducirse la competitividad del transporte fluvial, por escasez de lluvias, (menor calado) inversión en dragados, congestión u otras razones difíciles de prever.
4.- Si se produjese un crecimiento explosivo de carga a Arica, los camiones no tendrían flete de retorno, con lo cual su costo casi se duplica. Los puertos están muy mecanizados, por lo que el aumento de fuentes laborales sería mínimo. La infraestructura vial colapsaría aún más, y los puertos no son muy amistosos con el turismo.
Sin la intención de ser aguafiestas, mejor busquemos fuentes alternativas de desarrollo.
Datos de: www.distances.com y Google Earth.
Tras la firma del acuerdo entre Bachelet, Lula y Evo para completar la pavimentación de la ruta Arica-Santos, diarios de Santiago dieron amplia cobertura al tema, mostrando mapas que indicaban las distancias entre ambos puertos; lamentablemente, omitían dos "pequeños" accidentes geográficos, la cordillera de Los Andes y la hidrovía formada por los ríos Paraguay y Paraná, lo cual distorsiona absolutamente cualquier análisis de la situación.
Las razones que no me incitan a sumarme a la euforia de algunos, son las siguientes:
1.- El puerto de Santos está más cerca de Hong Kong que Arica, y de Singapur o Madrás (India), lo está más aún, producto del descubrimiento de Colón de que el mundo es redondo.
2.- Al Mato Grosso o Rondonia le conviene más Santos, pues tiene ferrocarril cuyo costo es 1/3 del camión en grandes distancias, además no hay que subir y bajar la carga 5.000 metros por la cordillera, ni asumir riesgos de tomas de caminos. Al puerto de Santos arriban naves mayores por su calado, y tienen mayor frecuencia de servicios.
2.- El tramo de la ruta que falta pavimentar es Santa Cruz-Puerto Suárez, en la frontera con Brasil, por lo que a los soyeros se les reducirá el costo de transporte a este puerto fluvial, o a Santos; recordemos que la ruta Santa Cruz-Arica está toda asfaltada.
3.- El costo del flete marítimo es 1/7 del camión, por lo que el flete desde un puerto fluvial boliviano a Rosario o Buenos Aires será muy inferior al terrestre hasta Arica. Para que esta situación cambie, debería reducirse la competitividad del transporte fluvial, por escasez de lluvias, (menor calado) inversión en dragados, congestión u otras razones difíciles de prever.
4.- Si se produjese un crecimiento explosivo de carga a Arica, los camiones no tendrían flete de retorno, con lo cual su costo casi se duplica. Los puertos están muy mecanizados, por lo que el aumento de fuentes laborales sería mínimo. La infraestructura vial colapsaría aún más, y los puertos no son muy amistosos con el turismo.
Sin la intención de ser aguafiestas, mejor busquemos fuentes alternativas de desarrollo.
Datos de: www.distances.com y Google Earth.
Torre de Babel en Bolivia
Los hechos que están acaeciendo en Bolivia no son una buena noticia para nadie. Pando, Beni, Tarija y Santa Cruz, que aportan el 67% del PIB boliviano, están en total divergencia con el gobierno de Evo Morales, en parte porque no aceptan la propuesta nueva Constitución por no haber sido aprobada por 2/3 como estaba establecido, como asimismo porque estiman desde hace tiempo que las políticas diseñadas desde La Paz han limitado sus aspiraciones de desarrollo y progreso.
Ni el mejor experto en temas bolivianos podría predecir el destino que tendrán todas las manifestaciones, declaraciones, amenazas y peticiones que diariamente se están produciendo. La Iglesia, el cuerpo diplomático u otras organizaciones civiles están llamando al diálogo en un escenario más parecido a la Torre de Babel, que a un país civilizado en que el bien común prevalezca sobre personalismos, revanchismos o ambiciones personales.
En este escenario se reunirán hoy en La Paz los Presidentes de Bolivia, Brasil y Chile, quienes firmarán un acuerdo para completar la ya casi legendaria ruta Arica-Santos.
Es fácil imaginar que el atribulado Evo Morales no tendrá la mente puesta en el desarrollo de este acuerdo, pues los problemas cotidianos impiden vislumbrar el futuro, por lo que no se puede ser optimistas por los resultados de esta cita. Ni pensar que en estas circunstancias se pueda tocar el tema del gas.
No son alentadores estos hechos para el futuro de Arica, pues para nuestra ciudad es determinante la situación económica de los vecinos; nuestro desarrollo y nuevas oportunidades están indisolublemente ligados a su crecimiento y progreso. Afortunadamente, el sólido crecimiento que está mostrando Perú nos deparará oportunidades y amenazas, dependiendo de nosotros aprovechar las unas y contener las otras.
Es lamentable la crisis boliviana, ya que a nadie favorece, pero debe servir para reflexionar sobre las consecuencias que tiene para un país cuando las naturales aspiraciones de un pueblo no son satisfechas, cuando la cruda realidad desnuda las promesas irrealizables, y cuando se descubre que el sólo voluntarismo no es suficiente para cumplir los sueños, para todo lo cual se debe interactuar con el resto del mundo, el que posiblemente tenga otros sueños que es necesario compatibilizar con los propios.
Aquí reside la sabiduría... que ojalá encuentre Bolivia.
Ni el mejor experto en temas bolivianos podría predecir el destino que tendrán todas las manifestaciones, declaraciones, amenazas y peticiones que diariamente se están produciendo. La Iglesia, el cuerpo diplomático u otras organizaciones civiles están llamando al diálogo en un escenario más parecido a la Torre de Babel, que a un país civilizado en que el bien común prevalezca sobre personalismos, revanchismos o ambiciones personales.
En este escenario se reunirán hoy en La Paz los Presidentes de Bolivia, Brasil y Chile, quienes firmarán un acuerdo para completar la ya casi legendaria ruta Arica-Santos.
Es fácil imaginar que el atribulado Evo Morales no tendrá la mente puesta en el desarrollo de este acuerdo, pues los problemas cotidianos impiden vislumbrar el futuro, por lo que no se puede ser optimistas por los resultados de esta cita. Ni pensar que en estas circunstancias se pueda tocar el tema del gas.
No son alentadores estos hechos para el futuro de Arica, pues para nuestra ciudad es determinante la situación económica de los vecinos; nuestro desarrollo y nuevas oportunidades están indisolublemente ligados a su crecimiento y progreso. Afortunadamente, el sólido crecimiento que está mostrando Perú nos deparará oportunidades y amenazas, dependiendo de nosotros aprovechar las unas y contener las otras.
Es lamentable la crisis boliviana, ya que a nadie favorece, pero debe servir para reflexionar sobre las consecuencias que tiene para un país cuando las naturales aspiraciones de un pueblo no son satisfechas, cuando la cruda realidad desnuda las promesas irrealizables, y cuando se descubre que el sólo voluntarismo no es suficiente para cumplir los sueños, para todo lo cual se debe interactuar con el resto del mundo, el que posiblemente tenga otros sueños que es necesario compatibilizar con los propios.
Aquí reside la sabiduría... que ojalá encuentre Bolivia.
Buen ejemplo a seguir
Nada más fácil que escribir sobre la Teletón. Junto a las catástrofes son los únicos eventos que unen a todo el país tras una meta u objetivo, logro que no ha obtenido ningún otro país latinoamericano.
¿Cuáles serán las razones de este "fenómeno"?
En primer lugar ser organizada por un líder, Don Francisco, que goza de una credibilidad y confianza quizás como ningún otro chileno, que logra unir a todos los medios de comunicación y a sus estrellas, quienes deponen sus celos, envidias y competencias para colocar como único objetivo cruzar la meta.
Normalmente, el ser humano es solidario, y cuando recibe las seguridades de que sus aportes son bien utilizados y el único objetivo es ayudar a los minusválidos, lo que se hace evidente en las notas televisivas, no dudan en hacer sus aportes alegremente. El conocer tantos dramas que afectan, especialmente a niños, nos hacen sentirnos deudores con Dios, por permitirnos ser sanos y normales, lo que se agradece ayudando a aliviar la vida a quienes no tuvieron nuestra suerte.
Los países, al igual que quienes lo componen, necesitan aumentar su autoestima, lo que lo logran bastante bien los triunfos deportivos, pero a diferencia de éstos, en la Teletón somos todos jugadores, y al lograr la meta nos sentimos todos actores del triunfo que hace feliz a nuestros compatriotas, y ayudamos a los débiles.
¿Por qué en otros campos no logramos una comunidad de propósitos y una unión tan notable casi no igualada?
Probablemente, porque somos una sociedad bastante desconfiada, y "a priori" dudamos de las buenas intenciones de nuestros conciudadanos, seguramente por alguna mala experiencia vivida, lo que nos sirve de argumento para justificar esta actitud.
La actividad política es en nuestro país la antítesis de la Teletón, y la pregunta que salta de inmediato es ¿por qué dos actividades que se suponen nobles y al servicio del prójimo tienen tan opuesta percepción?
La explicación son las diferentes respuestas frente a las mismas peticiones: transparencia, compromiso desinteresado, eficiencia en el uso de los recursos entregados, veracidad, vocación de servicio, resultados obtenidos, liderazgo, etc. , etc.
La sociedad es la misma, pero responde de manera totalmente diferente frente a ambos estímulos, a pesar de la importancia de la política en nuestro futuro, por lo que queda claro quién debe aprender de quien.
Que la política copie a la Teletón.
¿Cuáles serán las razones de este "fenómeno"?
En primer lugar ser organizada por un líder, Don Francisco, que goza de una credibilidad y confianza quizás como ningún otro chileno, que logra unir a todos los medios de comunicación y a sus estrellas, quienes deponen sus celos, envidias y competencias para colocar como único objetivo cruzar la meta.
Normalmente, el ser humano es solidario, y cuando recibe las seguridades de que sus aportes son bien utilizados y el único objetivo es ayudar a los minusválidos, lo que se hace evidente en las notas televisivas, no dudan en hacer sus aportes alegremente. El conocer tantos dramas que afectan, especialmente a niños, nos hacen sentirnos deudores con Dios, por permitirnos ser sanos y normales, lo que se agradece ayudando a aliviar la vida a quienes no tuvieron nuestra suerte.
Los países, al igual que quienes lo componen, necesitan aumentar su autoestima, lo que lo logran bastante bien los triunfos deportivos, pero a diferencia de éstos, en la Teletón somos todos jugadores, y al lograr la meta nos sentimos todos actores del triunfo que hace feliz a nuestros compatriotas, y ayudamos a los débiles.
¿Por qué en otros campos no logramos una comunidad de propósitos y una unión tan notable casi no igualada?
Probablemente, porque somos una sociedad bastante desconfiada, y "a priori" dudamos de las buenas intenciones de nuestros conciudadanos, seguramente por alguna mala experiencia vivida, lo que nos sirve de argumento para justificar esta actitud.
La actividad política es en nuestro país la antítesis de la Teletón, y la pregunta que salta de inmediato es ¿por qué dos actividades que se suponen nobles y al servicio del prójimo tienen tan opuesta percepción?
La explicación son las diferentes respuestas frente a las mismas peticiones: transparencia, compromiso desinteresado, eficiencia en el uso de los recursos entregados, veracidad, vocación de servicio, resultados obtenidos, liderazgo, etc. , etc.
La sociedad es la misma, pero responde de manera totalmente diferente frente a ambos estímulos, a pesar de la importancia de la política en nuestro futuro, por lo que queda claro quién debe aprender de quien.
Que la política copie a la Teletón.
No es malo ser liberal
Guy Sorman es un intelectual francés, sociólogo, economista, filósofo, etc., que visitó Chile hace unos días. Con una pluma ágil, amena y demostrativa cautiva auditorios, al nivel que en la UC sólo pudo escucharlo un tercio de los interesados, por falta de espacio.
Es uno de mis gurúes liberales. Lo invito a compartir algunas de sus opiniones, ideas y conceptos.
Argentina ( donde vivió algunos años ): Sus economistas son de museo, casi todos estatistas, proteccionistas y reguladores.
Es un país normal con dificultades para encontrar un líder normal. Su mayor problema es ser gobernado por un partido único.
Brasil: Lula destruyó todos los mitos de la izquierda.
Chile: Sus economistas me gustan, ponen la ciencia primero (y la política después ).
China: Se demorará 80 años en tener el ingreso de Suiza, siempre que Suiza no crezca.
Me gusta menos que India, que tiene más libertad, aunque menos crecimiento.
Será una caldera social, con muchos empresarios y jerarcas comunistas muy ricos, y trabajadores muy pobres, contrastes que no pueden sobrevivir por mucho tiempo.
Liberalismo: Es, por naturaleza, una reflexión crítica sobre toda manifestación de poder.
"Neoliberalismo", "Ultraliberalismo", "Liberalismo Salvaje", son frases hechas, cuyo propósito es evitar el debate de ideas.
Empresarios y políticos usan los eslogans liberales, pero rechazan sus deberes.
Ser liberal no es gritar "Abajo el Estado" o "Fuera los funcionarios públicos", sino trazar una frontera clara entre la sociedad civil y la autoridad pública.
Liberal no es ser zorro en un gallinero.
El liberalismo no tiene un Marx, una Biblia, un dios, ni un líder, es una constante búsqueda, un comportamiento y una cultura.
Los liberales no proponen edificar una sociedad perfecta, sólo una menos imperfecta.
Los mitos continuarán reinando, sólo hay que tratar de que sean menos dañinos.
Un liberal respeta al hombre tal cual es, sólo pretende mejorar su condición de vida.
Si encuentra interesantes y comparte estos conceptos básicos, encontrará en Internet bastante más información, y puede convertirse en un predicador junto a mí.
Es uno de mis gurúes liberales. Lo invito a compartir algunas de sus opiniones, ideas y conceptos.
Argentina ( donde vivió algunos años ): Sus economistas son de museo, casi todos estatistas, proteccionistas y reguladores.
Es un país normal con dificultades para encontrar un líder normal. Su mayor problema es ser gobernado por un partido único.
Brasil: Lula destruyó todos los mitos de la izquierda.
Chile: Sus economistas me gustan, ponen la ciencia primero (y la política después ).
China: Se demorará 80 años en tener el ingreso de Suiza, siempre que Suiza no crezca.
Me gusta menos que India, que tiene más libertad, aunque menos crecimiento.
Será una caldera social, con muchos empresarios y jerarcas comunistas muy ricos, y trabajadores muy pobres, contrastes que no pueden sobrevivir por mucho tiempo.
Liberalismo: Es, por naturaleza, una reflexión crítica sobre toda manifestación de poder.
"Neoliberalismo", "Ultraliberalismo", "Liberalismo Salvaje", son frases hechas, cuyo propósito es evitar el debate de ideas.
Empresarios y políticos usan los eslogans liberales, pero rechazan sus deberes.
Ser liberal no es gritar "Abajo el Estado" o "Fuera los funcionarios públicos", sino trazar una frontera clara entre la sociedad civil y la autoridad pública.
Liberal no es ser zorro en un gallinero.
El liberalismo no tiene un Marx, una Biblia, un dios, ni un líder, es una constante búsqueda, un comportamiento y una cultura.
Los liberales no proponen edificar una sociedad perfecta, sólo una menos imperfecta.
Los mitos continuarán reinando, sólo hay que tratar de que sean menos dañinos.
Un liberal respeta al hombre tal cual es, sólo pretende mejorar su condición de vida.
Si encuentra interesantes y comparte estos conceptos básicos, encontrará en Internet bastante más información, y puede convertirse en un predicador junto a mí.
Nuestros vecinos justicialistas
Ribetes curiosos tiene la política argentina en comparación con la chilena.
El Partido Justicialista (peronista) presentó tres candidatos presidenciales: la Señora K, Lavagna y Rodríguez Saa, por supuesto con distintos programas de gobierno y énfasis. Los radicales casi han desaparecido, y no se ven candidatos que representen como en Chile a democratacristianos, centro derecha, socialistas y comunistas, lo cual es poco entendible dado que las corrientes políticas chilenas son las que están presentes universalmente.
La paradoja se da en que en el justicialismo conviven casi todas las doctrinas políticas, y es así como en su seno coexisten un liberal como Menem y estatistas como el Sr. y la Sra. "K", por lo cual un triunfo de un miembro de este partido no da certezas de las políticas a adoptar.
Tras la profunda crisis social, política y económica sufrida por nuestros vecinos hace 5 años, fueron adoptadas medidas económicas bastante inusuales, como decidir unilateralmente pagar sólo el 25 % de la deuda contraída en bonos, afectando a numerosos ahorristas de todo el mundo, dando la excusa que los intereses ofrecidos por Argentina eran demasiado altos.
El dólar más que triplicó su valor, pero se congelaron las tarifas públicas de empresas privadas que mantenían deudas en esa moneda, con lo que las dejaron en una crítica situación financiera, lo que llevó a que varias de ellas abandonaran el país.
Al ser inevitable la inflación ante tal desvalorización, se impusieron tributos a la exportación, o derechamente se prohibieron, quitándole rentabilidad a la actividad y, por supuesto, se desincentivó la inversión, amén de obligar a los comercios a firmar acuerdos de no subir los precios, los cuales fueron imposibles de cumplir.
La inflación pasó a ser "no oficial", el INE argentino perdió su credibilidad, y la inflación, contenida hasta después de las elecciones, es esperada con temor por la población, dada las inmisericordes leyes de la economía.
A la Sra. K, no sólo la espera este problema, sino que uno tal vez mayor, que es tratar que el mundo inversionista vuelva a confiar en Argentina. Hay sectores, como el energético, que por falta de inversión y precios políticos tendrán graves déficits, lo mismo que la infraestructura, lo cual si no es resuelto satisfactoriamente, será un grave tapón al crecimiento de ese país.
Sólo el alto precio de los granos, o la generosidad de Hugo Chávez no son suficientes.
El Partido Justicialista (peronista) presentó tres candidatos presidenciales: la Señora K, Lavagna y Rodríguez Saa, por supuesto con distintos programas de gobierno y énfasis. Los radicales casi han desaparecido, y no se ven candidatos que representen como en Chile a democratacristianos, centro derecha, socialistas y comunistas, lo cual es poco entendible dado que las corrientes políticas chilenas son las que están presentes universalmente.
La paradoja se da en que en el justicialismo conviven casi todas las doctrinas políticas, y es así como en su seno coexisten un liberal como Menem y estatistas como el Sr. y la Sra. "K", por lo cual un triunfo de un miembro de este partido no da certezas de las políticas a adoptar.
Tras la profunda crisis social, política y económica sufrida por nuestros vecinos hace 5 años, fueron adoptadas medidas económicas bastante inusuales, como decidir unilateralmente pagar sólo el 25 % de la deuda contraída en bonos, afectando a numerosos ahorristas de todo el mundo, dando la excusa que los intereses ofrecidos por Argentina eran demasiado altos.
El dólar más que triplicó su valor, pero se congelaron las tarifas públicas de empresas privadas que mantenían deudas en esa moneda, con lo que las dejaron en una crítica situación financiera, lo que llevó a que varias de ellas abandonaran el país.
Al ser inevitable la inflación ante tal desvalorización, se impusieron tributos a la exportación, o derechamente se prohibieron, quitándole rentabilidad a la actividad y, por supuesto, se desincentivó la inversión, amén de obligar a los comercios a firmar acuerdos de no subir los precios, los cuales fueron imposibles de cumplir.
La inflación pasó a ser "no oficial", el INE argentino perdió su credibilidad, y la inflación, contenida hasta después de las elecciones, es esperada con temor por la población, dada las inmisericordes leyes de la economía.
A la Sra. K, no sólo la espera este problema, sino que uno tal vez mayor, que es tratar que el mundo inversionista vuelva a confiar en Argentina. Hay sectores, como el energético, que por falta de inversión y precios políticos tendrán graves déficits, lo mismo que la infraestructura, lo cual si no es resuelto satisfactoriamente, será un grave tapón al crecimiento de ese país.
Sólo el alto precio de los granos, o la generosidad de Hugo Chávez no son suficientes.
¿A dónde vas Bolivia?
Parecían imágenes de ficción en una entrevista de TV, las declaraciones de un industrial boliviano lamentándose por las pérdidas que le generaba el racionamiento de gas a su industria.
¿Cómo es posible que en el país con las segundas mayores reservas de gas de Sudamérica, esta energía esté racionada? La respuesta es obvia; cuando no se entregan las seguridades para la inversión, ésta huye y los problemas comienzan a aflorar en el corto o mediano plazo. Casi con certeza Argentina vivirá el mismo problema en un futuro cercano.
Las parafernálicas escenas de Evo Morales hace algún tiempo nacionalizando las plantas de gas y petróleo, junto a aquellas firmando acuerdos con Venezuela, Cuba e Irán, contrastan con las de los ciudadanos haciendo filas para obtener un balón de gas, además de estar advertidos que el racionamiento permanecerá por lo menos hasta el 2009.
En la última asamblea de la ONU, Evo pidió al mundo más inversión en Bolivia, mientras en EE. UU. el ministro de hidrocarburos, Carlos Villegas, trata de convencer a los inversionistas de que en Bolivia existe plena certeza sobre las inversiones y la seguridad jurídica, lo cual lógicamente aumenta las suspicacias y dudas acerca de cuál es en definitiva el camino que pretende tomar el gobierno boliviano para lograr desarrollar el país, y superar su ya histórica condición de país más pobre de Sudamérica.
Los líderes empresariales muestran su creciente preocupación por la política exterior, la cual privilegia acercamientos con los países que más dificultades tienen con los EE. UU., con lo cual arriesgan perder su mercado y la ayuda de ese país, a cambio de tratados de dudosa utilidad, como por ejemplo con Cuba, con quien el intercambio llegó a US$ 6 mil ( si, 6 mil ) en un año.
Queremos, pero tememos invertir, por lo cual Bolivia es el país que menos inversión extranjera recibe en la región, y no hay que ser doctorado en Harvard para descubrir las razones, señala el presidente de los empresarios.
No hay duda que el dinero es lo más cobarde que hay en el mundo, al primer indicio de peligro hace las maletas, y es como el gato que se quema con agua hirviendo, ve el agua fría y huye despavorido, y en Bolivia, lamentablemente, se han escaldado muchos inversionistas, por lo que los cantos de sirena no se escuchan.
No es alentador el panorama para Bolivia, y tampoco para Arica, pues son nuestros socios naturales, y en la medida que prosperen, también lo haremos nosotros, pues nuestra economía es más dependiente de la situación de los países vecinos que de la de nuestro país... lamentablemente.
¿Cómo es posible que en el país con las segundas mayores reservas de gas de Sudamérica, esta energía esté racionada? La respuesta es obvia; cuando no se entregan las seguridades para la inversión, ésta huye y los problemas comienzan a aflorar en el corto o mediano plazo. Casi con certeza Argentina vivirá el mismo problema en un futuro cercano.
Las parafernálicas escenas de Evo Morales hace algún tiempo nacionalizando las plantas de gas y petróleo, junto a aquellas firmando acuerdos con Venezuela, Cuba e Irán, contrastan con las de los ciudadanos haciendo filas para obtener un balón de gas, además de estar advertidos que el racionamiento permanecerá por lo menos hasta el 2009.
En la última asamblea de la ONU, Evo pidió al mundo más inversión en Bolivia, mientras en EE. UU. el ministro de hidrocarburos, Carlos Villegas, trata de convencer a los inversionistas de que en Bolivia existe plena certeza sobre las inversiones y la seguridad jurídica, lo cual lógicamente aumenta las suspicacias y dudas acerca de cuál es en definitiva el camino que pretende tomar el gobierno boliviano para lograr desarrollar el país, y superar su ya histórica condición de país más pobre de Sudamérica.
Los líderes empresariales muestran su creciente preocupación por la política exterior, la cual privilegia acercamientos con los países que más dificultades tienen con los EE. UU., con lo cual arriesgan perder su mercado y la ayuda de ese país, a cambio de tratados de dudosa utilidad, como por ejemplo con Cuba, con quien el intercambio llegó a US$ 6 mil ( si, 6 mil ) en un año.
Queremos, pero tememos invertir, por lo cual Bolivia es el país que menos inversión extranjera recibe en la región, y no hay que ser doctorado en Harvard para descubrir las razones, señala el presidente de los empresarios.
No hay duda que el dinero es lo más cobarde que hay en el mundo, al primer indicio de peligro hace las maletas, y es como el gato que se quema con agua hirviendo, ve el agua fría y huye despavorido, y en Bolivia, lamentablemente, se han escaldado muchos inversionistas, por lo que los cantos de sirena no se escuchan.
No es alentador el panorama para Bolivia, y tampoco para Arica, pues son nuestros socios naturales, y en la medida que prosperen, también lo haremos nosotros, pues nuestra economía es más dependiente de la situación de los países vecinos que de la de nuestro país... lamentablemente.
Mr. Bush: Gaste menos de lo que gana
¿Recuerda usted que hace unas pocas décadas nuestro país se veía estremecido periódicamente con las alzas del precio del dólar (o desvalorización de nuestra moneda)? Las críticas al gobierno eran agudas, las quejas de vastos sectores hacían tambalear a los ministros, y la inflación se retroalimentaba con las devaluaciones.
Hoy vemos con asombro críticas y quejidos similares, pero por una razón absolutamente opuesta a la situación anterior: la baja del dólar y el fortalecimiento del peso chileno. Hace 20 años para comprar una UF se necesitaba 15 dólares, aproximadamente; hoy, son necesarios casi 40 dólares, lo que muestra la brutal desvalorización que ha sufrido la moneda estadounidense. Las razones son varias, pero principalmente por un enorme déficit en su comercio exterior, así como en el gasto del gobierno.
El actual valor del dólar favorece en varios aspectos, como en la baja en los precios de productos importados como la electrónica, y alzas menores en otros, como alimentos y combustibles. Los exportadores de bienes que no han subido sus precios internacionales se ven fuertemente afectados, pues reciben menos pesos por dólar exportado, y sus costos internos han aumentado por la inflación y otros como energía y salarios, sin poder traspasarlos a precio.
La autoridad monetaria tiene un campo restringido en el cual actuar para disminuir los efectos negativos sobre los sectores afectados, sobre todo si consideramos que el pequeño tamaño de la economía chilena no tiene ninguna posibilidad de atenuar los problemas de la economía norteamericana, causa principal de la baja del dólar.
Uno de los caminos es incentivar el desvío de las exportaciones hacía países de Europa o Japón, cuyas monedas se han apreciado frente al dólar, estimular la salida de dólares del país, eliminando el tope de las inversiones de las AFP o de privados en el exterior, aumentar la eficiencia de la economía chilena, etcétera, etcétera. Pero todas estas medidas tienen un límite, tras lo cual el problema persistirá.
Ante esta situación, cabe la pregunta: ¿Estará llegando el tiempo en que el dólar deje de ser la moneda de referencia del comercio exterior?
No soy yo la persona adecuada para iniciar este debate, pero no cabe duda que alguien deberá colocarle el cascabel al gato para evitar seguir siendo afectados por la irresponsabilidad en el manejo de la economía estadounidense.
Hoy vemos con asombro críticas y quejidos similares, pero por una razón absolutamente opuesta a la situación anterior: la baja del dólar y el fortalecimiento del peso chileno. Hace 20 años para comprar una UF se necesitaba 15 dólares, aproximadamente; hoy, son necesarios casi 40 dólares, lo que muestra la brutal desvalorización que ha sufrido la moneda estadounidense. Las razones son varias, pero principalmente por un enorme déficit en su comercio exterior, así como en el gasto del gobierno.
El actual valor del dólar favorece en varios aspectos, como en la baja en los precios de productos importados como la electrónica, y alzas menores en otros, como alimentos y combustibles. Los exportadores de bienes que no han subido sus precios internacionales se ven fuertemente afectados, pues reciben menos pesos por dólar exportado, y sus costos internos han aumentado por la inflación y otros como energía y salarios, sin poder traspasarlos a precio.
La autoridad monetaria tiene un campo restringido en el cual actuar para disminuir los efectos negativos sobre los sectores afectados, sobre todo si consideramos que el pequeño tamaño de la economía chilena no tiene ninguna posibilidad de atenuar los problemas de la economía norteamericana, causa principal de la baja del dólar.
Uno de los caminos es incentivar el desvío de las exportaciones hacía países de Europa o Japón, cuyas monedas se han apreciado frente al dólar, estimular la salida de dólares del país, eliminando el tope de las inversiones de las AFP o de privados en el exterior, aumentar la eficiencia de la economía chilena, etcétera, etcétera. Pero todas estas medidas tienen un límite, tras lo cual el problema persistirá.
Ante esta situación, cabe la pregunta: ¿Estará llegando el tiempo en que el dólar deje de ser la moneda de referencia del comercio exterior?
No soy yo la persona adecuada para iniciar este debate, pero no cabe duda que alguien deberá colocarle el cascabel al gato para evitar seguir siendo afectados por la irresponsabilidad en el manejo de la economía estadounidense.
Exija su libertad
"Libres para elegir" es el título del más célebre libro del desaparecido economista y premio Nobel, Milton Friedman. En él se explaya en su defensa de la libertad en todos sus ámbitos, no sólo económicos, sino que la considera la condición natural de vida del ser humano, por lo que su defensa debe ser absoluta, así como inaceptables las restricciones a ella.
Recientemente, fue prohibido el trabajo en algunos días al comercio con trabajadores dependientes, siendo obligatorio el asueto, aduciendo razones poco satisfactorias.
Si se obliga al descanso obligatorio a estos trabajadores, sin considerar que algunos de ellos -por razones personales- preferirían laborar, por qué no se obliga a lo mismo al resto del mundo laboral. Por ejemplo, por qué no a los carabineros, enfermeras, aduaneros, periodistas, panaderos, etc., etc., o los trabajadores independientes. Si las razones aducidas son patrióticas, religiosas o familiares, ¿cuál es la diferencia por la que unos pueden (o deben) laborar y los otros no, si se supone que todos somos iguales ante la ley?
El Estado, al imponer coercitivamente el trabajo, o el descanso, restringe la libertad personal de los ciudadanos, a los que al parecer los supone deficientes mentales, que deben ser protegidos o amparados por el "ogro filantrópico", pues las personas son incapaces para tomar sus propias decisiones de acuerdo a su conveniencia, su cultura o religión.
Si hacemos el análisis en términos estrictamente económicos, al restringir las horas de funcionamiento del comercio, se requiere menos trabajadores, lo que disminuye la demanda laboral, su precio, las oportunidades de trabajo a tiempo parcial, y por ende la lacra de la cesantía, que todos aseguran combatir con gran esfuerzo.
Si se busca a quién podría favorecer esta nueva ley, quizás lo sea al pequeño comerciante que, junto a su familia, atiende su negocio casi sin horarios, pero nadie señaló que éste era el propósito de la ley. En todo caso, no es el camino restringiendo a los demás, sino apoyándolos en lo que son sus verdaderos problemas y carencias.
Ni la prosperidad, ni la felicidad ni la equidad se logran trabajando menos o dictando leyes. La historia está llena de esta evidencia. La más reciente fue la protesta de los trabajadores franceses del comercio, exigiendo su derecho a trabajar los domingo.
Vamos en sentido contrario a la historia.
Recientemente, fue prohibido el trabajo en algunos días al comercio con trabajadores dependientes, siendo obligatorio el asueto, aduciendo razones poco satisfactorias.
Si se obliga al descanso obligatorio a estos trabajadores, sin considerar que algunos de ellos -por razones personales- preferirían laborar, por qué no se obliga a lo mismo al resto del mundo laboral. Por ejemplo, por qué no a los carabineros, enfermeras, aduaneros, periodistas, panaderos, etc., etc., o los trabajadores independientes. Si las razones aducidas son patrióticas, religiosas o familiares, ¿cuál es la diferencia por la que unos pueden (o deben) laborar y los otros no, si se supone que todos somos iguales ante la ley?
El Estado, al imponer coercitivamente el trabajo, o el descanso, restringe la libertad personal de los ciudadanos, a los que al parecer los supone deficientes mentales, que deben ser protegidos o amparados por el "ogro filantrópico", pues las personas son incapaces para tomar sus propias decisiones de acuerdo a su conveniencia, su cultura o religión.
Si hacemos el análisis en términos estrictamente económicos, al restringir las horas de funcionamiento del comercio, se requiere menos trabajadores, lo que disminuye la demanda laboral, su precio, las oportunidades de trabajo a tiempo parcial, y por ende la lacra de la cesantía, que todos aseguran combatir con gran esfuerzo.
Si se busca a quién podría favorecer esta nueva ley, quizás lo sea al pequeño comerciante que, junto a su familia, atiende su negocio casi sin horarios, pero nadie señaló que éste era el propósito de la ley. En todo caso, no es el camino restringiendo a los demás, sino apoyándolos en lo que son sus verdaderos problemas y carencias.
Ni la prosperidad, ni la felicidad ni la equidad se logran trabajando menos o dictando leyes. La historia está llena de esta evidencia. La más reciente fue la protesta de los trabajadores franceses del comercio, exigiendo su derecho a trabajar los domingo.
Vamos en sentido contrario a la historia.
El único camino
La última encuesta Casen reveló que un millón de trabajadores (uno de cada seis) obtienen en Chile un sueldo inferior al mínimo, y que el 43 % de los jóvenes gana el mínimo, datos que sirven de base para elaborar todo tipo de teorías y críticas, todas las cuales tienen un denominador común: no dan soluciones reales para cambiar esta situación en el corto o mediano plazo.
En cualquier proceso productivo o de servicios, se da un valor agregado a un bien que permite subir su precio, diferencia que constituye la utilidad, o pérdida en caso que el costo de añadir valor sea superior a la diferencia de precio obtenida. En una economía abierta como la nuestra, el precio lo fija el mercado, el que evalúa la satisfacción que genera el bien y compara entre múltiples ofertas para su decisión.
Nuestro problema es que no somos eficientes en agregar valor, y no hemos sido capaces de superar la etapa de exportadores de materias primas por diversas razones y por falta de creatividad. Exportamos salmones congelados, y no platos listos para colocar al horno, madera aserrada, pero no muebles, etc., etc.
Adicionalmente, nuestra industria manufacturera era intensiva en mano de obra poco especializada (textiles, calzados, armadurías, etc.), las que no tuvieron ninguna posibilidad de competir con los asiáticos, cuyos sueldos son un 90 por ciento inferiores a los nuestros. Cuando usted compra una camisa china, está comprando mano de obra en 60 dólares mensuales, cuando en Chile el salario promedio es de 600 dólares, lo que explica la casi extinción de nuestras pymes.
Mientras nuestros empresarios no aumenten su creatividad, y el Estado no rediseñe sus programas focalizando el esfuerzo y los incentivos en crear más valor a nuestros productos, difícilmente tendremos un aumento notorio en el nivel de remuneraciones.
Aunque éticamente es reprobable, el trabajo constituye otro factor productivo, y está sujeto a la ley de la oferta y demanda, por la cual todos los productos abundantes son baratos, y los escasos caros, ante lo cual se deben generar las condiciones para que éste sea un recurso escaso, único camino para lograr el propósito que todos compartimos y deseamos alcanzar.
Los países que lo lograron, sin excepción, debieron transitar por caminos muy sacrificados para llegar a la meta. Se requiere de un gran coraje político para invitar a transitar por el camino del sacrificio, pero... no existe otro.
En cualquier proceso productivo o de servicios, se da un valor agregado a un bien que permite subir su precio, diferencia que constituye la utilidad, o pérdida en caso que el costo de añadir valor sea superior a la diferencia de precio obtenida. En una economía abierta como la nuestra, el precio lo fija el mercado, el que evalúa la satisfacción que genera el bien y compara entre múltiples ofertas para su decisión.
Nuestro problema es que no somos eficientes en agregar valor, y no hemos sido capaces de superar la etapa de exportadores de materias primas por diversas razones y por falta de creatividad. Exportamos salmones congelados, y no platos listos para colocar al horno, madera aserrada, pero no muebles, etc., etc.
Adicionalmente, nuestra industria manufacturera era intensiva en mano de obra poco especializada (textiles, calzados, armadurías, etc.), las que no tuvieron ninguna posibilidad de competir con los asiáticos, cuyos sueldos son un 90 por ciento inferiores a los nuestros. Cuando usted compra una camisa china, está comprando mano de obra en 60 dólares mensuales, cuando en Chile el salario promedio es de 600 dólares, lo que explica la casi extinción de nuestras pymes.
Mientras nuestros empresarios no aumenten su creatividad, y el Estado no rediseñe sus programas focalizando el esfuerzo y los incentivos en crear más valor a nuestros productos, difícilmente tendremos un aumento notorio en el nivel de remuneraciones.
Aunque éticamente es reprobable, el trabajo constituye otro factor productivo, y está sujeto a la ley de la oferta y demanda, por la cual todos los productos abundantes son baratos, y los escasos caros, ante lo cual se deben generar las condiciones para que éste sea un recurso escaso, único camino para lograr el propósito que todos compartimos y deseamos alcanzar.
Los países que lo lograron, sin excepción, debieron transitar por caminos muy sacrificados para llegar a la meta. Se requiere de un gran coraje político para invitar a transitar por el camino del sacrificio, pero... no existe otro.
Amarizando un sueño
El sueño de Jorge Soria de los corredores bioceánicos recibió esta semana un nuevo impulso tras la reunión de los cancilleres de Brasil y Chile.
Desde los albores de la humanidad, se sabe que los caminos incrementan el comercio, los servicios, y facilitan el conocimiento mutuo de los pueblos que incrementan la amistad, por lo que nadie puede restar su apoyo a esta iniciativa.
Algo muy distinto son las expectativas que despierta este proyecto, con los frutos concretos que razonablemente se pueden esperar por su implementación y uso.
Se supone que el interés de Brasil, Bolivia y Paraguay, es salir a puertos chilenos para enviar sus cargas al lejano oriente (China y Japón), pero si usted observa el mundo en un globo terráqueo, cómo en realidad lo es, se dará cuenta que Buenos Aires y Santos están a la misma distancia de esos países que Arica. Las antípodas de Arica es Hong Kong, por lo tanto la distancia es la misma por el oriente que por occidente.
El error de percepción se produce normalmente cuando vemos el mundo en un plano de planta. Pero Colón descubrió que el mundo era redondo, nos sacó de ese error hace siglos, y por eso pasó a la historia.
Adicionalmente, el transporte carretero es mucho más caro que el marítimo; los entendidos del tema calculan que en distancias sobre los 2.000 kilómetros, cuando el barco vale 1, el tren vale 3, y el camión vale 7, por lo que traer la carga a Arica es muy oneroso comparado con la hidrovía Paraguay-Paraná. A esto hay que sumar el costo de subir y bajar la carga a 5.000 metros de altura. Esa es una de las razones porque la avícola Ariztía trae los granos desde el Golfo de Méjico, o por el Cabo de Hornos cuando provienen de Argentina.
Nuestros puertos son de poca profundidad, lo que no permite la llegada de grandes barcos que abaraten los fletes; su dragado implica enormes costos, y quizás no se justifique por nuestros bajos volúmenes de carga.
Las labores portuarias se han mecanizado enormemente, lo que permite la operación con muy pocos trabajadores, lo que se constata con las altas cifras de cesantía en Valparaiso y San Antonio, a pesar de ser los mayores puertos de Chile. Si sumamos la congestión que provocan los camiones, que es evidente en nuestra ciudad, quizás, como dicen en el campo, no vale la pena gastar tanta pólvora en gallinazos, o en nuestro caso patos yecos.
Desde los albores de la humanidad, se sabe que los caminos incrementan el comercio, los servicios, y facilitan el conocimiento mutuo de los pueblos que incrementan la amistad, por lo que nadie puede restar su apoyo a esta iniciativa.
Algo muy distinto son las expectativas que despierta este proyecto, con los frutos concretos que razonablemente se pueden esperar por su implementación y uso.
Se supone que el interés de Brasil, Bolivia y Paraguay, es salir a puertos chilenos para enviar sus cargas al lejano oriente (China y Japón), pero si usted observa el mundo en un globo terráqueo, cómo en realidad lo es, se dará cuenta que Buenos Aires y Santos están a la misma distancia de esos países que Arica. Las antípodas de Arica es Hong Kong, por lo tanto la distancia es la misma por el oriente que por occidente.
El error de percepción se produce normalmente cuando vemos el mundo en un plano de planta. Pero Colón descubrió que el mundo era redondo, nos sacó de ese error hace siglos, y por eso pasó a la historia.
Adicionalmente, el transporte carretero es mucho más caro que el marítimo; los entendidos del tema calculan que en distancias sobre los 2.000 kilómetros, cuando el barco vale 1, el tren vale 3, y el camión vale 7, por lo que traer la carga a Arica es muy oneroso comparado con la hidrovía Paraguay-Paraná. A esto hay que sumar el costo de subir y bajar la carga a 5.000 metros de altura. Esa es una de las razones porque la avícola Ariztía trae los granos desde el Golfo de Méjico, o por el Cabo de Hornos cuando provienen de Argentina.
Nuestros puertos son de poca profundidad, lo que no permite la llegada de grandes barcos que abaraten los fletes; su dragado implica enormes costos, y quizás no se justifique por nuestros bajos volúmenes de carga.
Las labores portuarias se han mecanizado enormemente, lo que permite la operación con muy pocos trabajadores, lo que se constata con las altas cifras de cesantía en Valparaiso y San Antonio, a pesar de ser los mayores puertos de Chile. Si sumamos la congestión que provocan los camiones, que es evidente en nuestra ciudad, quizás, como dicen en el campo, no vale la pena gastar tanta pólvora en gallinazos, o en nuestro caso patos yecos.
Etica y realidades
En mi infancia jugar a las bolitas era uno de los entretenimientos favoritos. Nos reuníamos los primos y amigos del barrio en maratónicas jornadas en las que normalmente uno de mis primos nos ganaba todas las bolitas, tras lo cual al no poder seguir jugando nos devolvía algunas.
No creo que la razón de devolvernos las bolitas fuera la ética, sino un pragmatismo que le permitía seguir jugando.
En economía sucede algo muy similar. Algunos actores tienen un gran talento para ganarle el dinero ( bolitas) a los demás, pero, si se lo gana todo se terminará su juego y habrá llegado al tope de lo que puede ganar.
Esta es la razón fundamental por la cual debe ser preocupación de los actores económicos el constante y progresivo aumento de las rentas de las personas, haciendo abstracción de factores éticos o sentimentales. Es por esta razón que las calculadoras financieras no tienen teclas para calcular ética, sentimientos o pasiones.
La ética es un valor que se adquiere por la formación familiar y educacional, y de acuerdo a la cultura de los pueblos se le da mayor o menor importancia. Una sociedad en que los valores éticos guían la conducta de sus miembros, y la transgresión de estos es repudiada severamente, es una sociedad que sin duda vivirá más feliz, para lo cual es de gran ayuda cuando dan el ejemplo de valores éticos las autoridades políticas, religiosas o nuestras familias y profesores, lo cual normalmente no es de común ocurrencia.
Las palabras de monseñor Goic son un llamado de atención y preocupación ante la evidente pérdida de valores de la sociedad, lo cual viene denunciando la Iglesia Católica hace bastante tiempo, y esta se manifiesta en una de sus facetas cuando empleadores que están en condiciones de mejorar los sueldos no lo hacen, pero esto no permite concluir que es el único o mayor problema de valores éticos de nuestra sociedad.
El problema económico radica en que siempre nuestros recursos son escasos para satisfacer nuestras múltiples necesidades. En el caso de un asalariado este problema lo personifica en su empleador, pues él es su fuente de recursos, y no se profundiza las razones del porqué los sueldos no son mayores, al igual que el hombre durante milenios vio el sol girar alrededor de la tierra, y quien creyera algo distinto era amenazado con la hoguera por los antecesores de monseñor Goic.
Hay que escarbar las razones más allá de nuestra vista.
No creo que la razón de devolvernos las bolitas fuera la ética, sino un pragmatismo que le permitía seguir jugando.
En economía sucede algo muy similar. Algunos actores tienen un gran talento para ganarle el dinero ( bolitas) a los demás, pero, si se lo gana todo se terminará su juego y habrá llegado al tope de lo que puede ganar.
Esta es la razón fundamental por la cual debe ser preocupación de los actores económicos el constante y progresivo aumento de las rentas de las personas, haciendo abstracción de factores éticos o sentimentales. Es por esta razón que las calculadoras financieras no tienen teclas para calcular ética, sentimientos o pasiones.
La ética es un valor que se adquiere por la formación familiar y educacional, y de acuerdo a la cultura de los pueblos se le da mayor o menor importancia. Una sociedad en que los valores éticos guían la conducta de sus miembros, y la transgresión de estos es repudiada severamente, es una sociedad que sin duda vivirá más feliz, para lo cual es de gran ayuda cuando dan el ejemplo de valores éticos las autoridades políticas, religiosas o nuestras familias y profesores, lo cual normalmente no es de común ocurrencia.
Las palabras de monseñor Goic son un llamado de atención y preocupación ante la evidente pérdida de valores de la sociedad, lo cual viene denunciando la Iglesia Católica hace bastante tiempo, y esta se manifiesta en una de sus facetas cuando empleadores que están en condiciones de mejorar los sueldos no lo hacen, pero esto no permite concluir que es el único o mayor problema de valores éticos de nuestra sociedad.
El problema económico radica en que siempre nuestros recursos son escasos para satisfacer nuestras múltiples necesidades. En el caso de un asalariado este problema lo personifica en su empleador, pues él es su fuente de recursos, y no se profundiza las razones del porqué los sueldos no son mayores, al igual que el hombre durante milenios vio el sol girar alrededor de la tierra, y quien creyera algo distinto era amenazado con la hoguera por los antecesores de monseñor Goic.
Hay que escarbar las razones más allá de nuestra vista.
¿Nueva Revolución Francesa?
El nivel de aprobación al Presidente francés Nicolás Sarkozy ha superado el 70%; formó gabinete con socialistas y otros adversarios políticos, y se apronta a emprender los más profundos cambios de los últimos 40 años en su país, para lo cual cuenta con un parlamento y opinión pública favorable, pero deberá vencer a enormes grupos de presión y múltiples intereses sectoriales.
En abril pronunció un discurso en que expuso su crítica al pasado y su visión de futuro, el que por su contundencia tuvo repercusión mundial, y es objeto de análisis hasta en los partidos políticos chilenos. A continuación algunos párrafos de interés:
"El pensamiento único, de quienes lo saben todo, y se sienten intelectual y moralmente superiores, ha denegado a la política su capacidad de expresar una voluntad, profetizando su caída frente a la globalización, el poder estaría diluido en red, y los capitales y mercancías circularían sin obedecer a nadie".
"La necesidad de identidad de los pueblos frente a la mundialización requiere de política y de nación, pues ésta da la sensación de no estar sólo para enfrentar un futuro angustioso y un mundo amenazante".
"La palabra «moral» había desaparecido del vocabulario político desde mayo de 1968, haciéndonos creer que todo vale, que no hay diferencias entre el bien y el mal, lo feo y lo bello, que el alumno vale tanto como el maestro, y que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos alumnos. Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente, etc., etc.".
"El slogan del 68 «vivir sin obligaciones y gozar sin trabas» introdujo el cinismo en la sociedad, el culto del dinero-rey, la duda en la ética y los valores morales han concluido en un capitalismo sin escrúpulos, y el triunfo del especulador sobre el trabajador".
"La izquierda que nació el 68 es la que dice «Haced lo que yo digo, no lo que yo hago», la que defiende los servicios públicos, pero no usa el transporte colectivo, que ama la escuela pública, pero sus hijos van a colegios privados. Es la que denuncia «Estado policial» cada vez que la policía debe hacer respetar la ley. Al poner sistemáticamente los derechos por encima de los deberes, han debilitado la idea de ciudadanía y estimulado el asistencialismo que cobra al Estado para no trabajar".
Si desea leer el discurso completo, está en internet "Discurso de Nicolás Sarkozy en Bercy".
En abril pronunció un discurso en que expuso su crítica al pasado y su visión de futuro, el que por su contundencia tuvo repercusión mundial, y es objeto de análisis hasta en los partidos políticos chilenos. A continuación algunos párrafos de interés:
"El pensamiento único, de quienes lo saben todo, y se sienten intelectual y moralmente superiores, ha denegado a la política su capacidad de expresar una voluntad, profetizando su caída frente a la globalización, el poder estaría diluido en red, y los capitales y mercancías circularían sin obedecer a nadie".
"La necesidad de identidad de los pueblos frente a la mundialización requiere de política y de nación, pues ésta da la sensación de no estar sólo para enfrentar un futuro angustioso y un mundo amenazante".
"La palabra «moral» había desaparecido del vocabulario político desde mayo de 1968, haciéndonos creer que todo vale, que no hay diferencias entre el bien y el mal, lo feo y lo bello, que el alumno vale tanto como el maestro, y que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos alumnos. Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente, etc., etc.".
"El slogan del 68 «vivir sin obligaciones y gozar sin trabas» introdujo el cinismo en la sociedad, el culto del dinero-rey, la duda en la ética y los valores morales han concluido en un capitalismo sin escrúpulos, y el triunfo del especulador sobre el trabajador".
"La izquierda que nació el 68 es la que dice «Haced lo que yo digo, no lo que yo hago», la que defiende los servicios públicos, pero no usa el transporte colectivo, que ama la escuela pública, pero sus hijos van a colegios privados. Es la que denuncia «Estado policial» cada vez que la policía debe hacer respetar la ley. Al poner sistemáticamente los derechos por encima de los deberes, han debilitado la idea de ciudadanía y estimulado el asistencialismo que cobra al Estado para no trabajar".
Si desea leer el discurso completo, está en internet "Discurso de Nicolás Sarkozy en Bercy".
CEPa usted por qué
Las encuestas tienen una curiosa virtud, sus resultados pueden ser interpretados de diversas formas, lo cual permite que todos se sientan favorecidos por ellas.
La reciente encuesta CEP, la más prestigiada por su imparcialidad, revela algunos resultados que sorprenden, y otros que preocupan. Entre estos últimos está la creciente desafección y desconfianza a los conglomerados políticos, lo que podría reproducir en Chile, al igual que en otros países latinoamericanos, la aparición de caudillos o "Llaneros solitarios" que basados en un populismo extremo, prometen satisfacer los anhelos postergados de las masas frustradas, para finalizar regularmente en crisis económicas y políticas que terminan agravando la situación previa que ofrecían mejorar.
Otra situación digna de analizar es el descontento general con la situación económica, que mostrando cifras históricamente insuperables, como el monto de exportaciones o el ahorro fiscal, quizás el mayor en la historia de Chile, sólo uno de cada cuatro chilenos cree que su situación mejorará en el futuro, y uno de cada tres considera la situación económica como mala.
Un primer análisis nos lleva a concluir que la bonanza enonómica no está llegando a la mayoría de los chilenos, los que nos sentimos inseguros y con temores por el futuro.
La competencia obliga a los actores económicos a extremar su eficiencia. Para lograrla, se requiere trabajar más y bajar costos, minimizar errores y vigilar constantemente el mercado, todo lo cual, junto a los compromisos y obligaciones, tensiona a las personas y se manifiesta a través de su disconformidad con los dirigentes políticos.
No se puede sentir que existe preocupación por los problemas del ciudadano común cuando se compra bencina a tan elevados precios, sabiendo que de lo que se paga aproximadamente la mitad son impuestos, cuando en el hospital las esperas y las carencias son igual de grandes, cuando el IVA o el impuesto a los créditos nos disminuyen el dinero disponible para nuestras necesidades. Todo esto al mismo tiempo que el fisco nos informa que sus depósitos en EE.UU. rompen récords, al igual que el cobre, celulosa y otras exportaciones.
Por esto, y otras razones, nos sentimos como gatos mirando a la carnicería, con la diferencia que en teoría todos somos dueños de la carnicería.
La reciente encuesta CEP, la más prestigiada por su imparcialidad, revela algunos resultados que sorprenden, y otros que preocupan. Entre estos últimos está la creciente desafección y desconfianza a los conglomerados políticos, lo que podría reproducir en Chile, al igual que en otros países latinoamericanos, la aparición de caudillos o "Llaneros solitarios" que basados en un populismo extremo, prometen satisfacer los anhelos postergados de las masas frustradas, para finalizar regularmente en crisis económicas y políticas que terminan agravando la situación previa que ofrecían mejorar.
Otra situación digna de analizar es el descontento general con la situación económica, que mostrando cifras históricamente insuperables, como el monto de exportaciones o el ahorro fiscal, quizás el mayor en la historia de Chile, sólo uno de cada cuatro chilenos cree que su situación mejorará en el futuro, y uno de cada tres considera la situación económica como mala.
Un primer análisis nos lleva a concluir que la bonanza enonómica no está llegando a la mayoría de los chilenos, los que nos sentimos inseguros y con temores por el futuro.
La competencia obliga a los actores económicos a extremar su eficiencia. Para lograrla, se requiere trabajar más y bajar costos, minimizar errores y vigilar constantemente el mercado, todo lo cual, junto a los compromisos y obligaciones, tensiona a las personas y se manifiesta a través de su disconformidad con los dirigentes políticos.
No se puede sentir que existe preocupación por los problemas del ciudadano común cuando se compra bencina a tan elevados precios, sabiendo que de lo que se paga aproximadamente la mitad son impuestos, cuando en el hospital las esperas y las carencias son igual de grandes, cuando el IVA o el impuesto a los créditos nos disminuyen el dinero disponible para nuestras necesidades. Todo esto al mismo tiempo que el fisco nos informa que sus depósitos en EE.UU. rompen récords, al igual que el cobre, celulosa y otras exportaciones.
Por esto, y otras razones, nos sentimos como gatos mirando a la carnicería, con la diferencia que en teoría todos somos dueños de la carnicería.
Indio privatizado campeón
No soy hincha de Colo Colo (soy de la "U"), pero me alegro por su tricampeonato.
Las razones son varias: en primer lugar porque me cae muy bien Claudio Borghi, tiene un gran sentido del humor y de la ironía, sus declaraciones son respetuosas, mesuradas, y con los pies bien en la tierra, ya que no es asiduo a vanagloriar o magnificar las dotes de sus jugadores (como suelen caer en ello fácilmente varios comentaristas deportivos). Haber jugado en los clubes y selección top del mundo le da una visión y parámetros para ver la realidad de nuestro fútbol con gran objetividad. Bien por él.
El otro motivo de satisfacción es constatar cómo en un par de años de ser una institución en bancarrota se ha convertido en un club exitoso, tanto en lo deportivo como en lo financiero. La pregunta obvia es: ¿Qué hizo la diferencia?
La respuesta es muy sencilla. Ahora el club tiene dueños conocidos que aportaron el capital para su funcionamiento, y es su interés que éste logre rentabilidades, las que sólo son alcanzables si se logra triunfos deportivos.
Antiguamente, y actualmente en otros clubes, la gestión económica era secundaria para los dirigentes (excepto los mecenas), y ante las crisis la más natural de las actitudes era la renuncia, el club quedaba con las deudas y el ex dirigente libre de polvo y paja.
¿Acaso los colocolinos han dejado de ser fanáticos de su equipo por el cambio de status propietario o dejan de gritar los goles, o admirar a sus ídolos o ir al estadio? Por supuesto que no, a pesar de todos los gritos y reclamos que en su momento se vertieron porque el "indio" era del pueblo y no se debía vender.
¿Sabe por qué los elefantes, que no se comen, están en extinción, y los vacunos o los pollos que sí se comen, aumenta su masa constantemente? Muy fácil, porque los primeros tienen dueños y los segundos no. Por lo mismo, el precio del salmón baja constantemente, y el de la corvina sube, a pesar que al salmón hay que criarlo y alimentarlo, y la corvina se captura gratis y gordita. Por eso es tan cierto el refrán que dice "en el árbol de la calle nunca maduran los frutos".
El secreto está muy probado, lo que tiene dueño conocido crece y prospera, lo que no tiene dueño o es de "todos" que es casi lo mismo, languidece o es mal administrado, por esto:
¡Vivan las privatizaciones!
Las razones son varias: en primer lugar porque me cae muy bien Claudio Borghi, tiene un gran sentido del humor y de la ironía, sus declaraciones son respetuosas, mesuradas, y con los pies bien en la tierra, ya que no es asiduo a vanagloriar o magnificar las dotes de sus jugadores (como suelen caer en ello fácilmente varios comentaristas deportivos). Haber jugado en los clubes y selección top del mundo le da una visión y parámetros para ver la realidad de nuestro fútbol con gran objetividad. Bien por él.
El otro motivo de satisfacción es constatar cómo en un par de años de ser una institución en bancarrota se ha convertido en un club exitoso, tanto en lo deportivo como en lo financiero. La pregunta obvia es: ¿Qué hizo la diferencia?
La respuesta es muy sencilla. Ahora el club tiene dueños conocidos que aportaron el capital para su funcionamiento, y es su interés que éste logre rentabilidades, las que sólo son alcanzables si se logra triunfos deportivos.
Antiguamente, y actualmente en otros clubes, la gestión económica era secundaria para los dirigentes (excepto los mecenas), y ante las crisis la más natural de las actitudes era la renuncia, el club quedaba con las deudas y el ex dirigente libre de polvo y paja.
¿Acaso los colocolinos han dejado de ser fanáticos de su equipo por el cambio de status propietario o dejan de gritar los goles, o admirar a sus ídolos o ir al estadio? Por supuesto que no, a pesar de todos los gritos y reclamos que en su momento se vertieron porque el "indio" era del pueblo y no se debía vender.
¿Sabe por qué los elefantes, que no se comen, están en extinción, y los vacunos o los pollos que sí se comen, aumenta su masa constantemente? Muy fácil, porque los primeros tienen dueños y los segundos no. Por lo mismo, el precio del salmón baja constantemente, y el de la corvina sube, a pesar que al salmón hay que criarlo y alimentarlo, y la corvina se captura gratis y gordita. Por eso es tan cierto el refrán que dice "en el árbol de la calle nunca maduran los frutos".
El secreto está muy probado, lo que tiene dueño conocido crece y prospera, lo que no tiene dueño o es de "todos" que es casi lo mismo, languidece o es mal administrado, por esto:
¡Vivan las privatizaciones!
¿Soberanía compartida?
El canciller Belaúnde de Perú declaró que la idea de "soberanía compartida" de la ciudad de Arica, era una idea del embajador boliviano en Lima.
Independiente de quien sea el propietario de la idea, ésta al igual que cualquier otra, merecen ser escuchadas y debatidas. No existe avance de la humanidad que no haya nacido de una idea, aunque en más de una oportunidad esta fue calificada de locura.
"Soberanía compartida" se entiende como una especie de sociedad con más de un dueño, por lo que al igual que en cualquier sociedad, cada socio hace un aporte para constituir el nuevo ente, pero en este caso la sociedad propuesta tendría un solo socio aportante que sería Chile, lo que a todas luces no parece equitativo.
La idea puede tener distintos nombres: Soberanía compartida, Ciudad internacional, Polo de integración, Zona económica especial, etc., etc., pero lo interesante a debatir es qué medidas concretas se deben adoptar para lograr transformar a Arica en una pujante ciudad de servicios al comercio internacional, al turismo y otras actividades económicas.
Las Cámaras de Comercio de Tacna y Arica solicitaron hace tiempo trasladar los complejos aduaneros limítrofes al sur de Arica, y al norte de Tacna, idea que está esperando su tiempo de maduración. El conocido economista ariqueño Juan Villarzú, es bastante más audaz, y propone crear una zona económica entre la Región de Tarapacá, los departamentos de Tacna y Moquegua, y todo Bolivia, lo cual en la práctica constituiría casi otro país en términos económicos.
Todo lo anterior tiene un denominador común, y éste no es otro que el hambre que se está manifestando crecientemente por mayores campos de acción, por acceso a mejores mercado, y por la cada vez más evidente necesidad de asociatividad entre pequeñas economías para satisfacer las necesidades de enormes mercados, que cada uno por sí solo no tiene posibilidades de enfrentar con relativo éxito.
Chile no sólo tiene la ventaja de sus puertos, sino que de mayor certeza jurídica, sólido sistema financiero, sanidad fitosanitaria, con un controlador (SAG) de prestigio internacional, un empresariado pujante, la economía más abierta de Latinoamérica, etc., etc. , todos ingredientes insustituibles para el éxito de una empresa de esta envergadura, a los cuales sólo le falta una decisión política audaz para hornear una muy buena " torta"
Independiente de quien sea el propietario de la idea, ésta al igual que cualquier otra, merecen ser escuchadas y debatidas. No existe avance de la humanidad que no haya nacido de una idea, aunque en más de una oportunidad esta fue calificada de locura.
"Soberanía compartida" se entiende como una especie de sociedad con más de un dueño, por lo que al igual que en cualquier sociedad, cada socio hace un aporte para constituir el nuevo ente, pero en este caso la sociedad propuesta tendría un solo socio aportante que sería Chile, lo que a todas luces no parece equitativo.
La idea puede tener distintos nombres: Soberanía compartida, Ciudad internacional, Polo de integración, Zona económica especial, etc., etc., pero lo interesante a debatir es qué medidas concretas se deben adoptar para lograr transformar a Arica en una pujante ciudad de servicios al comercio internacional, al turismo y otras actividades económicas.
Las Cámaras de Comercio de Tacna y Arica solicitaron hace tiempo trasladar los complejos aduaneros limítrofes al sur de Arica, y al norte de Tacna, idea que está esperando su tiempo de maduración. El conocido economista ariqueño Juan Villarzú, es bastante más audaz, y propone crear una zona económica entre la Región de Tarapacá, los departamentos de Tacna y Moquegua, y todo Bolivia, lo cual en la práctica constituiría casi otro país en términos económicos.
Todo lo anterior tiene un denominador común, y éste no es otro que el hambre que se está manifestando crecientemente por mayores campos de acción, por acceso a mejores mercado, y por la cada vez más evidente necesidad de asociatividad entre pequeñas economías para satisfacer las necesidades de enormes mercados, que cada uno por sí solo no tiene posibilidades de enfrentar con relativo éxito.
Chile no sólo tiene la ventaja de sus puertos, sino que de mayor certeza jurídica, sólido sistema financiero, sanidad fitosanitaria, con un controlador (SAG) de prestigio internacional, un empresariado pujante, la economía más abierta de Latinoamérica, etc., etc. , todos ingredientes insustituibles para el éxito de una empresa de esta envergadura, a los cuales sólo le falta una decisión política audaz para hornear una muy buena " torta"
Trampa en el solitario
Hace unos días tuvimos oportunidad de asistir a un seminario en que el encargado comercial de Hong Kong para Sudamérica invitaba a hacer negocios con ese territorio, ex colonia británica.
El inicio de la actividad comercial de Hong Kong, hace más de un siglo, fue producto de la expulsión de Cantón de los mercaderes ingleses que comerciaban el opio, los que al verse sin un territorio donde seguir realizando sus actividades, se posesionaron de la isla de Hong Kong, ubicada en la desembocadura del río Las Perlas. Gracias a sus buenas relaciones con la corona británica, ésta le brindó la protección militar que le permitió seguir realizando tan peculiar comercio a pesar de las iras del Emperador chino.
Por supuesto, las reglas para realizar el comercio en la isla las dictaron los mismos mercaderes y éstas obviamente fueron absolutamente liberales, lo que les permitió desarrollar una de las economías más pujantes de la región y convertirse en la puerta de entrada para todo el comercio de China con el resto del mundo. Todo esto fue posible gracias a lo que Milton Friedman calificó en su momento como la economía que más se acercaba a su utopía.
Tras insistentes reclamos chinos por su devolución, Inglaterra aceptó, a condición de que se respetara por 50 años todas las leyes vigentes a 1997, para no alterar su prosperidad, creándose la figura "Un país, dos sistemas".
China, a pesar de ser teóricamente un país comunista, no sólo no alteró estas leyes, sino que las fue aplicando en su territorio continental, por lo cual se ha convertido en una potencia que impulsa la economía mundial, y se convertirá en la mayor del planeta por el año 2030.
Con este ejemplo, y dada la coyuntura de la creación de la nueva Región de Arica-Parinacota, no es tan descabellado proponer que se dé a esta nueva región un status similar y se aplique el concepto " Un país, dos sistemas". Está será la única Región de Chile que limite con dos países, por lo que su potencial de articular el comercio regional se podría incrementar notablemente, si se otorgan las libertades al estilo Hong Kong.
En Arica, producto de la presión de los camioneros, no se permite el cabotaje marítimo con otros puertos de Chile, producto de lo cual la soya boliviana que se utiliza como alimento de los salmones en el sur no puede ser embarcada por este puerto, por lo que se envía desde Matarani a Puerto Montt.
Con medidas como estas, y hay muchas más, nos hacemos trampa al solitario, y sin duda nunca seremos como Hong Kong, y la Región sólo será una más en el país, pero no "la" Región, desperdiciando otra oportunidad.
El inicio de la actividad comercial de Hong Kong, hace más de un siglo, fue producto de la expulsión de Cantón de los mercaderes ingleses que comerciaban el opio, los que al verse sin un territorio donde seguir realizando sus actividades, se posesionaron de la isla de Hong Kong, ubicada en la desembocadura del río Las Perlas. Gracias a sus buenas relaciones con la corona británica, ésta le brindó la protección militar que le permitió seguir realizando tan peculiar comercio a pesar de las iras del Emperador chino.
Por supuesto, las reglas para realizar el comercio en la isla las dictaron los mismos mercaderes y éstas obviamente fueron absolutamente liberales, lo que les permitió desarrollar una de las economías más pujantes de la región y convertirse en la puerta de entrada para todo el comercio de China con el resto del mundo. Todo esto fue posible gracias a lo que Milton Friedman calificó en su momento como la economía que más se acercaba a su utopía.
Tras insistentes reclamos chinos por su devolución, Inglaterra aceptó, a condición de que se respetara por 50 años todas las leyes vigentes a 1997, para no alterar su prosperidad, creándose la figura "Un país, dos sistemas".
China, a pesar de ser teóricamente un país comunista, no sólo no alteró estas leyes, sino que las fue aplicando en su territorio continental, por lo cual se ha convertido en una potencia que impulsa la economía mundial, y se convertirá en la mayor del planeta por el año 2030.
Con este ejemplo, y dada la coyuntura de la creación de la nueva Región de Arica-Parinacota, no es tan descabellado proponer que se dé a esta nueva región un status similar y se aplique el concepto " Un país, dos sistemas". Está será la única Región de Chile que limite con dos países, por lo que su potencial de articular el comercio regional se podría incrementar notablemente, si se otorgan las libertades al estilo Hong Kong.
En Arica, producto de la presión de los camioneros, no se permite el cabotaje marítimo con otros puertos de Chile, producto de lo cual la soya boliviana que se utiliza como alimento de los salmones en el sur no puede ser embarcada por este puerto, por lo que se envía desde Matarani a Puerto Montt.
Con medidas como estas, y hay muchas más, nos hacemos trampa al solitario, y sin duda nunca seremos como Hong Kong, y la Región sólo será una más en el país, pero no "la" Región, desperdiciando otra oportunidad.
Salud por la libertad
Polémica causan en España las declaraciones del ex jefe de gobierno, José María Aznar, quien ironizando por la campaña oficial destinada a que no se conduzca vehículos habiendo consumido alcohol, con la frase "no podemos conducir por ti", ha respondido "¿ Y quién te ha dicho a ti que quiero que conduzcas por mi? ", lo cual indujo a autoridades de gobierno a acusarlo de irresponsable, y que supuestamente induce a beber irresponsablemente a los españoles.
En Chile ya se ha iniciado la polémica por la propuesta de algunos parlamentarios de incluir, al igual que en las cajetillas de cigarrillos, una advertencia en las etiquetas del vino, en el sentido que la ingesta de este producto puede tener nefastos efectos en la salud de sus consumidores.
El tema de fondo, no es cuánto daño puede hacer a la salud el consumo de vino, de hecho hay innumerables informes médicos que señalan que su consumo, por sus efectos oxidantes, es muy benéfico , sino que la razonable molestia que provoca en Aznar, en Abusleme, y en muchas personas más, es la intromisión del Estado en nuestras conductas, cuyo efecto nos incumbe exclusivamente a quienes libremente decidimos vivirlas.
¿O acaso los ciudadanos somos unos limitados mentales que no podemos decidir por nosotros mismos lo que nos conviene, o el costo que estamos dispuestos a pagar por el placer que nos produce el beber o el fumar?
Es entendible y plausible que el Estado haga campañas para evitar accidentes que impliquen pérdidas de vida por consumo irresponsable de alcohol, pero también se puede lograr este noble fin con castigos ejemplarizadores a quienes arriesguen la vida del prójimo, sin necesidad de intimidar o coaccionar a quienes libremente decidan beber en sus hogares unas copas de vino u otro brebaje alcohólico.
El Estado es muy creativo e ingenioso cuando se trata de limitar las decisiones libres de sus ciudadanos, pero es tremendamente celoso e intolerante cuando los ciudadanos intentan controlarlo o colocarle límites a su poder, pues quienes temporalmente ejercen la autoridad, suelen suponer estar dotados de una sabiduría divina que les obligan a decidir cómo sus conciudadanos deben vivir y comportarse.
Desafío al Estado a colocar en las boletas de compraventa una leyenda que señale: "Ciudadano, en esta compra pagaste XX de impuesto, cuida que este aporte no sea malgastado o usado en fines que no te parecen".
Temo que esta idea no será acogida.
En Chile ya se ha iniciado la polémica por la propuesta de algunos parlamentarios de incluir, al igual que en las cajetillas de cigarrillos, una advertencia en las etiquetas del vino, en el sentido que la ingesta de este producto puede tener nefastos efectos en la salud de sus consumidores.
El tema de fondo, no es cuánto daño puede hacer a la salud el consumo de vino, de hecho hay innumerables informes médicos que señalan que su consumo, por sus efectos oxidantes, es muy benéfico , sino que la razonable molestia que provoca en Aznar, en Abusleme, y en muchas personas más, es la intromisión del Estado en nuestras conductas, cuyo efecto nos incumbe exclusivamente a quienes libremente decidimos vivirlas.
¿O acaso los ciudadanos somos unos limitados mentales que no podemos decidir por nosotros mismos lo que nos conviene, o el costo que estamos dispuestos a pagar por el placer que nos produce el beber o el fumar?
Es entendible y plausible que el Estado haga campañas para evitar accidentes que impliquen pérdidas de vida por consumo irresponsable de alcohol, pero también se puede lograr este noble fin con castigos ejemplarizadores a quienes arriesguen la vida del prójimo, sin necesidad de intimidar o coaccionar a quienes libremente decidan beber en sus hogares unas copas de vino u otro brebaje alcohólico.
El Estado es muy creativo e ingenioso cuando se trata de limitar las decisiones libres de sus ciudadanos, pero es tremendamente celoso e intolerante cuando los ciudadanos intentan controlarlo o colocarle límites a su poder, pues quienes temporalmente ejercen la autoridad, suelen suponer estar dotados de una sabiduría divina que les obligan a decidir cómo sus conciudadanos deben vivir y comportarse.
Desafío al Estado a colocar en las boletas de compraventa una leyenda que señale: "Ciudadano, en esta compra pagaste XX de impuesto, cuida que este aporte no sea malgastado o usado en fines que no te parecen".
Temo que esta idea no será acogida.
Pymes siempre pymes
Haber sacado de los titulares de prensa al Transantiago no es un triunfo menor para las pymes, las que pasaron a ser el centro de atención tras el rechazo en el Senado del proyecto de depreciación acelerada, constituyendo un hito el que por primera vez senadores de gobierno se unieran a la oposición para rechazar un proyecto del ejecutivo.
La posición de los senadores disidentes es entendible, a diferencia del ministro, ellos tienen sus puestos por voluntad popular, mientras que este último lo obtiene por nombramiento presidencial, por lo que mientras uno debe responder sólo a la confianza de su jefa, los otros lo deben hacer frente a sus electores, por lo que sus funciones y prioridades no tienen porque ser las mismas.
En todo caso no es entendible algunas críticas que señalan que los parlamentarios que fueron electos en la coalición de la Presidenta, no pueden votar sus proyectos en contra, pues con esa lógica se podría disolver el parlamento, ya que si todas las votaciones estuvieran ganadas de antemano, qué objeto tiene su existencia.
En todo caso las pymes la próxima semana serán las niñas bonitas, pues tanto gobierno como oposición les dedicarán horas y días en reuniones para escuchar sus penurias, las que quizás con suerte esta vez se puedan lograr medidas que las alivien.
Las soluciones que se barajan, pasan por aliviarles las deudas bancarias, tributarias y previsionales, las que se incrementan notablemente por las fuertes multas e intereses que se suman a la deuda original. Una tasa de interés de 18 % anual ( 200 % mayor al interés bancario para buenos deudores) no es precisamente una ayuda; un impuesto al crédito (timbres y estampillas) puede incrementar su costo en un 20 % en un año. Punto aparte son las multas de organismos fiscalizadores que agravan aún más la situación a las pymes.
Soluciones para aliviar las deudas antiguas no es muy difícil, lo complicado es crear las condiciones que permitan generar ingresos en el futuro, pues los espacios para ello se han reducido notablemente, y la principal causa es la imposibilidad de competir con el dinero plástico. Aunque el pyme tenga capacidad de otorgar un crédito, el alto costo administrativo de su cobranza se come la utilidad, por lo que el diseño de un sistema de créditos con costos administrativos razonables le permitiría a las pymes competir en condiciones mas equitativas.
En Chile dinero no falta, hay muchos ingenieros comerciales, pero poco ingenio para ayudar a la actividad comercial y económica. La voluntad política es punto aparte.
La posición de los senadores disidentes es entendible, a diferencia del ministro, ellos tienen sus puestos por voluntad popular, mientras que este último lo obtiene por nombramiento presidencial, por lo que mientras uno debe responder sólo a la confianza de su jefa, los otros lo deben hacer frente a sus electores, por lo que sus funciones y prioridades no tienen porque ser las mismas.
En todo caso no es entendible algunas críticas que señalan que los parlamentarios que fueron electos en la coalición de la Presidenta, no pueden votar sus proyectos en contra, pues con esa lógica se podría disolver el parlamento, ya que si todas las votaciones estuvieran ganadas de antemano, qué objeto tiene su existencia.
En todo caso las pymes la próxima semana serán las niñas bonitas, pues tanto gobierno como oposición les dedicarán horas y días en reuniones para escuchar sus penurias, las que quizás con suerte esta vez se puedan lograr medidas que las alivien.
Las soluciones que se barajan, pasan por aliviarles las deudas bancarias, tributarias y previsionales, las que se incrementan notablemente por las fuertes multas e intereses que se suman a la deuda original. Una tasa de interés de 18 % anual ( 200 % mayor al interés bancario para buenos deudores) no es precisamente una ayuda; un impuesto al crédito (timbres y estampillas) puede incrementar su costo en un 20 % en un año. Punto aparte son las multas de organismos fiscalizadores que agravan aún más la situación a las pymes.
Soluciones para aliviar las deudas antiguas no es muy difícil, lo complicado es crear las condiciones que permitan generar ingresos en el futuro, pues los espacios para ello se han reducido notablemente, y la principal causa es la imposibilidad de competir con el dinero plástico. Aunque el pyme tenga capacidad de otorgar un crédito, el alto costo administrativo de su cobranza se come la utilidad, por lo que el diseño de un sistema de créditos con costos administrativos razonables le permitiría a las pymes competir en condiciones mas equitativas.
En Chile dinero no falta, hay muchos ingenieros comerciales, pero poco ingenio para ayudar a la actividad comercial y económica. La voluntad política es punto aparte.
Ollanta el decimonónico
Esta semana Arica fue protagonista de los noticiarios de TV gracias a la marcha de protesta organizada por Ollanta Humala en la frontera con Chile.
Por las imágenes y por estimaciones de testigos no fueron más de mil personas que siguieron su convocatoria, lo cual constituye menos del medio por ciento de la población tacneña. La explicación podría ser obvia: gran parte del comercio y otras actividades de Tacna subsiste gracias a los compradores chilenos, y un conflicto con nuestro país les causaría un daño económico; además, el crecimiento agrícola de Perú tiene como gran mercado objetivo el chileno. En resumen, nada hace más por la amistad de los pueblos que el comercio con beneficios mutuos.
Ollanta, al igual que Hugo Chávez, Evo, Correa de Ecuador y otros, han ganado el poder por el cansancio de castas políticas, que en una mezcla de erradas políticas y corrupción han mantenido a sus países en la pobreza y en continuas crisis políticas, lo que crea un escenario propicio para escuchar cantos de sirenas.
Culpar a enemigos externos de los propios errores forma parte de la cultura política latinoamericana. Es Estados Unidos el que gana todas las medallas de esta competencia, pero Chile también se lleva algunas en Bolivia y Perú, de lo cual se vale Ollanta para tratar de conservar el capital electoral que obtuvo en la última elección presidencial, y que no logró repetir en las regionales.
La globalización de la economía, a pesar de no despreciables oposiciones, es un camino sin retorno. Las piedras sembradas en él van a retardar su recorrido, pero igual se llegará a la meta, por lo cual cometeríamos un error como país si confundimos las piedras con un muro infranqueable.
Muy posiblemente los peruanos, bolivianos y chilenos no somos los vecinos más afectuosos del planeta, pero ninguno puede cambiar su vecino por alemanes, japoneses o norteamericanos, por lo que junto a la paciencia que se debe tener para aceptar lo que no se puede cambiar, debemos hacer esfuerzos en todos los sectores para posicionarnos en el siglo XXI y adoptar las conductas y políticas que nos permitan cambiar los recelos por confianzas, y las desconfianzas por cooperación, ya que Perú ni Chile por sí solos son relevantes en la economía mundial. Una mayor integración sin duda será de beneficio común.
Al siglo XIX lo del siglo XIX, al XXI lo del XXI.
Por las imágenes y por estimaciones de testigos no fueron más de mil personas que siguieron su convocatoria, lo cual constituye menos del medio por ciento de la población tacneña. La explicación podría ser obvia: gran parte del comercio y otras actividades de Tacna subsiste gracias a los compradores chilenos, y un conflicto con nuestro país les causaría un daño económico; además, el crecimiento agrícola de Perú tiene como gran mercado objetivo el chileno. En resumen, nada hace más por la amistad de los pueblos que el comercio con beneficios mutuos.
Ollanta, al igual que Hugo Chávez, Evo, Correa de Ecuador y otros, han ganado el poder por el cansancio de castas políticas, que en una mezcla de erradas políticas y corrupción han mantenido a sus países en la pobreza y en continuas crisis políticas, lo que crea un escenario propicio para escuchar cantos de sirenas.
Culpar a enemigos externos de los propios errores forma parte de la cultura política latinoamericana. Es Estados Unidos el que gana todas las medallas de esta competencia, pero Chile también se lleva algunas en Bolivia y Perú, de lo cual se vale Ollanta para tratar de conservar el capital electoral que obtuvo en la última elección presidencial, y que no logró repetir en las regionales.
La globalización de la economía, a pesar de no despreciables oposiciones, es un camino sin retorno. Las piedras sembradas en él van a retardar su recorrido, pero igual se llegará a la meta, por lo cual cometeríamos un error como país si confundimos las piedras con un muro infranqueable.
Muy posiblemente los peruanos, bolivianos y chilenos no somos los vecinos más afectuosos del planeta, pero ninguno puede cambiar su vecino por alemanes, japoneses o norteamericanos, por lo que junto a la paciencia que se debe tener para aceptar lo que no se puede cambiar, debemos hacer esfuerzos en todos los sectores para posicionarnos en el siglo XXI y adoptar las conductas y políticas que nos permitan cambiar los recelos por confianzas, y las desconfianzas por cooperación, ya que Perú ni Chile por sí solos son relevantes en la economía mundial. Una mayor integración sin duda será de beneficio común.
Al siglo XIX lo del siglo XIX, al XXI lo del XXI.
Guerra de tarifas
Hay hechos que pasan inadvertidos por la espectacularidad de los conflictos del Transantiago, o por las ilusiones que genera la nueva Región de Arica Parinacota, lo que no significa que no suceda nada más en otras áreas de la vida del país.
No afectará en una dimensión menor, especialmente a las zonas extremas, la guerra de tarifas que viene incubándose en la industria del transporte aéreo. La temporada de baja demanda en esta industria obliga a aguzar el ingenio a los ejecutivos comerciales para bajar al mínimo el factor de ocupación de los aviones. Hoy es posible viajar de Arica a Santiago, con tasas incluidas, por menos de $ 60.000; por esa misma suma se puede volar Santiago-Buenos Aires. En ambos casos ida y vuelta. El anuncio de los vuelos nocturnos permite una importante reducción de costos, pues mientras más horas opere un avión, menor es el costo fijo por hora de vuelo.
Obviamente, para acceder a estos precios se debe reservar con la debida antelación, y estar dispuesto a volar en días y horarios que se ofrece para esas tarifas.
Cambios enormes observamos en la forma de volar, la más evidente es el servicio a bordo, que casi ha desaparecido; el cambio más difícil de asimilar para adultos como yo, es que la gestión de compra, pago y reserva de asiento, debe hacerse a través de internet, modalidad que todas las aerolíneas del mundo estás desarrollando.
La razón es de fácil entendimiento: No se requiere arrendar oficinas, no se necesita vendedoras, cajeras, hacer depósitos, pasaje de papel, menos personal de aeropuertos, etc., lo que unido a aviones que transportan más pasajeros con menor consumo de combustible, permiten tarifas más bajas, que aumentan el número de pasajeros haciendo rentable el negocio.
Como todo cambio en la vida, este presenta un peligro y una oportunidad. El peligro es que los turistas tendrán cada más ofertas a más ciudades; por ejemplo, Arica debe ofrecer buenas razones para que un santiaguino prefiera venir a nuestra ciudad en vez de Buenos Aires, cuando la tarifa es la misma. La oportunidad es que cada vez más personas podrán acceder a un pasaje aéreo, y por lo tanto el mercado potencial de nuestra ciudad se incrementará notablemente. Pero los peces no llegan solos, hay que ir a pescarlos.
De yapa, los ariqueños podremos viajar más
No afectará en una dimensión menor, especialmente a las zonas extremas, la guerra de tarifas que viene incubándose en la industria del transporte aéreo. La temporada de baja demanda en esta industria obliga a aguzar el ingenio a los ejecutivos comerciales para bajar al mínimo el factor de ocupación de los aviones. Hoy es posible viajar de Arica a Santiago, con tasas incluidas, por menos de $ 60.000; por esa misma suma se puede volar Santiago-Buenos Aires. En ambos casos ida y vuelta. El anuncio de los vuelos nocturnos permite una importante reducción de costos, pues mientras más horas opere un avión, menor es el costo fijo por hora de vuelo.
Obviamente, para acceder a estos precios se debe reservar con la debida antelación, y estar dispuesto a volar en días y horarios que se ofrece para esas tarifas.
Cambios enormes observamos en la forma de volar, la más evidente es el servicio a bordo, que casi ha desaparecido; el cambio más difícil de asimilar para adultos como yo, es que la gestión de compra, pago y reserva de asiento, debe hacerse a través de internet, modalidad que todas las aerolíneas del mundo estás desarrollando.
La razón es de fácil entendimiento: No se requiere arrendar oficinas, no se necesita vendedoras, cajeras, hacer depósitos, pasaje de papel, menos personal de aeropuertos, etc., lo que unido a aviones que transportan más pasajeros con menor consumo de combustible, permiten tarifas más bajas, que aumentan el número de pasajeros haciendo rentable el negocio.
Como todo cambio en la vida, este presenta un peligro y una oportunidad. El peligro es que los turistas tendrán cada más ofertas a más ciudades; por ejemplo, Arica debe ofrecer buenas razones para que un santiaguino prefiera venir a nuestra ciudad en vez de Buenos Aires, cuando la tarifa es la misma. La oportunidad es que cada vez más personas podrán acceder a un pasaje aéreo, y por lo tanto el mercado potencial de nuestra ciudad se incrementará notablemente. Pero los peces no llegan solos, hay que ir a pescarlos.
De yapa, los ariqueños podremos viajar más
Perú: ¿Amenaza u oportunidad?
Que Chile ha perdido su ritmo de crecimiento es una opinión compartida unánimemente, cuando hasta el ministro de Hacienda declara que éste no es satisfactorio. Desde un primer lugar al que nos habíamos habituado en América Latina, el año pasado salimos del grupo de los top 10, con un magro 4,2 por ciento.
Perú, en cambio, creció un 7,2 por ciento el año 2006, acumulando el mayor crecimiento de la región desde 2001.
El sector agrícola con la incorporación de Majes y la sierra agropecuaria, está participando con gran intensidad en este crecimiento, con productos como el espárrago que dejó fuera de competencia a los productores chilenos.
Todavía la balanza comercial agropecuaria es favorable a Chile, pero lo que Chile vende son productos del centro del país, y lo que compra son productos de Azapa. Las aceitunas, cebollas, mangos y porotos verdes que se importan compiten con los productores locales, sin vislumbrarse posibilidades de cambios en el futuro, salvo que éstas van en franco aumento.
Adicionalmente, los sectores textil y manufacturero compiten cada vez con más eficiencia , y la mejor muestra de ello son los chilenos que viajan a Tacna, quienes cada vez compran más productos por su conveniencia en la relación precio-calidad.
El comercio ariqueño se desarrolló con las ventas a peruanos y bolivianos, pero esas circunstancias variaron en 180 grados; hoy, tampoco se vislumbra posibilidades de cambio, por lo que de no encontrar nuevas oportunidades, seguirá languideciendo con el pobre mercado local, y en el mejor de los casos sobrevivir al lado de las cadenas comerciales, que con sus tarjetas de crédito dejan casi sin espacio a los pequeños.
El espacio que se vislumbra, quizás el único, es revertir el flujo del antiguo comercio, y en vez de venderle a los peruanos, comprarles para vender al resto de los chilenos. El arancel cero para las importaciones del vecino país llegó para quedarse, por lo que lo lógico es aprovechar nosotros esta facilidad antes que lo descubran otros. La enorme variedad de esta oferta abre insospechados campos de acción, y la relación precio-calidad de sus productos compiten con la producción china, y por supuesto con la chilena.
El desafío es transformar el peligro en oportunidad.
Perú, en cambio, creció un 7,2 por ciento el año 2006, acumulando el mayor crecimiento de la región desde 2001.
El sector agrícola con la incorporación de Majes y la sierra agropecuaria, está participando con gran intensidad en este crecimiento, con productos como el espárrago que dejó fuera de competencia a los productores chilenos.
Todavía la balanza comercial agropecuaria es favorable a Chile, pero lo que Chile vende son productos del centro del país, y lo que compra son productos de Azapa. Las aceitunas, cebollas, mangos y porotos verdes que se importan compiten con los productores locales, sin vislumbrarse posibilidades de cambios en el futuro, salvo que éstas van en franco aumento.
Adicionalmente, los sectores textil y manufacturero compiten cada vez con más eficiencia , y la mejor muestra de ello son los chilenos que viajan a Tacna, quienes cada vez compran más productos por su conveniencia en la relación precio-calidad.
El comercio ariqueño se desarrolló con las ventas a peruanos y bolivianos, pero esas circunstancias variaron en 180 grados; hoy, tampoco se vislumbra posibilidades de cambio, por lo que de no encontrar nuevas oportunidades, seguirá languideciendo con el pobre mercado local, y en el mejor de los casos sobrevivir al lado de las cadenas comerciales, que con sus tarjetas de crédito dejan casi sin espacio a los pequeños.
El espacio que se vislumbra, quizás el único, es revertir el flujo del antiguo comercio, y en vez de venderle a los peruanos, comprarles para vender al resto de los chilenos. El arancel cero para las importaciones del vecino país llegó para quedarse, por lo que lo lógico es aprovechar nosotros esta facilidad antes que lo descubran otros. La enorme variedad de esta oferta abre insospechados campos de acción, y la relación precio-calidad de sus productos compiten con la producción china, y por supuesto con la chilena.
El desafío es transformar el peligro en oportunidad.
Subscribe to:
Posts (Atom)