En mi infancia jugar a las bolitas era uno de los entretenimientos favoritos. Nos reuníamos los primos y amigos del barrio en maratónicas jornadas en las que normalmente uno de mis primos nos ganaba todas las bolitas, tras lo cual al no poder seguir jugando nos devolvía algunas.
No creo que la razón de devolvernos las bolitas fuera la ética, sino un pragmatismo que le permitía seguir jugando.
En economía sucede algo muy similar. Algunos actores tienen un gran talento para ganarle el dinero ( bolitas) a los demás, pero, si se lo gana todo se terminará su juego y habrá llegado al tope de lo que puede ganar.
Esta es la razón fundamental por la cual debe ser preocupación de los actores económicos el constante y progresivo aumento de las rentas de las personas, haciendo abstracción de factores éticos o sentimentales. Es por esta razón que las calculadoras financieras no tienen teclas para calcular ética, sentimientos o pasiones.
La ética es un valor que se adquiere por la formación familiar y educacional, y de acuerdo a la cultura de los pueblos se le da mayor o menor importancia. Una sociedad en que los valores éticos guían la conducta de sus miembros, y la transgresión de estos es repudiada severamente, es una sociedad que sin duda vivirá más feliz, para lo cual es de gran ayuda cuando dan el ejemplo de valores éticos las autoridades políticas, religiosas o nuestras familias y profesores, lo cual normalmente no es de común ocurrencia.
Las palabras de monseñor Goic son un llamado de atención y preocupación ante la evidente pérdida de valores de la sociedad, lo cual viene denunciando la Iglesia Católica hace bastante tiempo, y esta se manifiesta en una de sus facetas cuando empleadores que están en condiciones de mejorar los sueldos no lo hacen, pero esto no permite concluir que es el único o mayor problema de valores éticos de nuestra sociedad.
El problema económico radica en que siempre nuestros recursos son escasos para satisfacer nuestras múltiples necesidades. En el caso de un asalariado este problema lo personifica en su empleador, pues él es su fuente de recursos, y no se profundiza las razones del porqué los sueldos no son mayores, al igual que el hombre durante milenios vio el sol girar alrededor de la tierra, y quien creyera algo distinto era amenazado con la hoguera por los antecesores de monseñor Goic.
Hay que escarbar las razones más allá de nuestra vista.
Sunday, January 27, 2008
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